El pensador Jürgen Habermas afirmó que “el acto de rememorar, de mantener el recuerdo, salva de la ruina aquello que no debemos ni queremos perder y que, sin embargo, se halla en el mayor de los peligros”. Como antídoto frente al olvido, cada 27 de enero se conmemora el Día de la Memoria del Holocausto, una fecha instaurada por Naciones Unidas para recordar un acontecimiento único en su horror, aunque no único en su lógica destructiva.
El Holocausto (Shoah) es el paradigma de la destrucción sistemática: el intento planificado de exterminar al pueblo judío, así como a otros grupos humanos perseguidos —gitanos, discapacitados, minorías sexuales, disidentes políticos—, no fue solo una manifestación de antisemitismo, racismo o xenofobia, sino una operación deliberada para expulsar a millones de personas de la condición humana, eliminando tanto su memoria como su existencia física.
Desde su apertura, la Casa de Sefarad organiza cada año actividades en torno a esta fecha. En el marco del museo judío en el casco histórico de Córdoba, se celebran conferencias, lecturas, exposiciones y encuentros que evocan el sufrimiento y rinden homenaje a las víctimas. Estas acciones son parte del compromiso de este espacio de memoria y cultura sefardí en Andalucía con la justicia histórica, la pedagogía y la defensa de los derechos humanos.
El pensador Jurgen Habermas afirma que “El acto de rememorar, de mantener el recuerdo, salva de la ruina aquello que no debemos ni queremos perder y que, sin embargo, se halla en el mayor de los peligros”. Como antídoto frente al olvido, cada 27 de enero se conmemora el Día de la Memoria del Holocausto, instaurado por Naciones Unidas para recordar un acontecimiento único (aunque no el único). El Holocausto/Shoah es el paradigma de la destrucción. El intento de exterminio del pueblo judío y de otros grupos humanos (gitanos, discapacitados, minorías sexuales, disidentes políticos) no sólo fue un ejercicio de antisemitismo, xenofobia y racismo, sino fundamentalmente el intento de expulsar de la condición humana, con un plan preestablecido, a millones de hombres y mujeres. Eliminar su memoria y presencia física era el objetivo. Como antídoto frente al olvido, Casa de Sefarad, desde su apertura, ha venido realizando cada aniversario actividades como evocación del sufrimiento y como reconocimiento de una injusticia no prescrita.
El pensador Jurgen Habermas afirma que “El acto de rememorar, de mantener el recuerdo, salva de la ruina aquello que no debemos ni queremos perder y que, sin embargo, se halla en el mayor de los peligros”. Como antídoto frente al olvido, cada 27 de enero se conmemora el Día de la Memoria del Holocausto, instaurado por Naciones Unidas para recordar un acontecimiento único (aunque no el único). El Holocausto/Shoah es el paradigma de la destrucción. El intento de exterminio del pueblo judío y de otros grupos humanos (gitanos, discapacitados, minorías sexuales, disidentes políticos) no sólo fue un ejercicio de antisemitismo, xenofobia y racismo, sino fundamentalmente el intento de expulsar de la condición humana, con un plan preestablecido, a millones de hombres y mujeres. Eliminar su memoria y presencia física era el objetivo. Como antídoto frente al olvido, Casa de Sefarad, desde su apertura, ha venido realizando cada aniversario actividades como evocación del sufrimiento y como reconocimiento de una injusticia no prescrita.