La palabra escrita nace acompañando a la Historia y el Testimonio. Cincelada en piedra o en tablillas de barro, sobre pergamino, piel o papel, en un templo o en grafitis contemporáneos, impresa o en la pantalla de un ordenador, da igual el soporte, hablamos de la escritura como un fruto de nuestra conciencia que se materializa. La palabra escrita ha perdurado durante siglos sobre la vida del ser humano. El poeta latino Horacio aseguraba que la escritura nos permite no morir completamente. “Non omnis moriar”.
Científicos, narradores, investigadores, poetas, historiadores, dramaturgos, juristas y editores han elegido la Casa de Sefarad para presentar sus libros y sus revistas (al tiempo que alimentaban el crecimiento en los anaqueles de nuestra biblioteca).
La palabra escrita nace acompañando a la Historia y el Testimonio. Cincelada en piedra o en tablillas de barro, sobre pergamino, piel o papel, en un templo o en grafitis contemporáneos, impresa o en la pantalla de un ordenador, da igual el soporte, hablamos de la escritura como un fruto de nuestra conciencia que se materializa. La palabra escrita ha perdurado durante siglos sobre la vida del ser humano. El poeta latino Horacio aseguraba que la escritura nos permite no morir completamente. “Non omnis moriar”.
Científicos, narradores, investigadores, poetas, historiadores, dramaturgos, juristas y editores han elegido la Casa de Sefarad para presentar sus libros y sus revistas (al tiempo que alimentaban el crecimiento en los anaqueles de nuestra biblioteca).
La palabra escrita nace acompañando a la Historia y el Testimonio. Cincelada en piedra o en tablillas de barro, sobre pergamino, piel o papel, en un templo o en grafitis contemporáneos, impresa o en la pantalla de un ordenador, da igual el soporte, hablamos de la escritura como un fruto de nuestra conciencia que se materializa. La palabra escrita ha perdurado durante siglos sobre la vida del ser humano. El poeta latino Horacio aseguraba que la escritura nos permite no morir completamente. “Non omnis moriar”.
Científicos, narradores, investigadores, poetas, historiadores, dramaturgos, juristas y editores han elegido la Casa de Sefarad para presentar sus libros y sus revistas (al tiempo que alimentaban el crecimiento en los anaqueles de nuestra biblioteca).